Preciosa esta reflexión sobre la difícil tarea de educar, tanto en casa como los que nos dedicamos a completar esta labor en la escuela.
"Porque educar no es
una tarea sencilla pero tampoco es tan complicada. Una reflexión acerca de lo
que el buen educador hace, de aquellas actitudes y acciones que le definen es
esencial para dedicarnos a la difícil y fascinante labor de educar.
El buen educador
debe ser aquel que abogue por lograr el bienestar y el desarrollo integral y
global de aquellos a los que educa. El buen educador es un guía en tanto que
más que enseñar, muestra el camino al aprendiente para que aprenda a aprender.
Consiguiendo de esta forma que aquel que educa sea el responsable activo de su
proceso y encamine así sus pasos al fin último de la educación.
El Buen educador
El educador es un
artista, un artista muy especial que no tiene obra. El educador muestra al
educando como esculpirse, le guía para que se forme. Eso es ser un buen
educador, aquel que sabe impulsar el desarrollo activo de los niños y niñas
Y ¿cuáles son las
características del buen educador para impulsar este desarrollo y papel activo.
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El buen educador conoce a quien ha de educar. Sabe cómo es, sabe
quién es, conoce sus intereses y sus preocupaciones.
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El buen educador con solo una mirada reconoce el estado de ánimo
del niño/a.
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El buen educador escucha de manera activa a sus pequeños, de
este modo atiende a la parte emocional del mensaje por encima de las palabras.
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El buen educador respeta los ritmos de aprendizaje del que
aprende.
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El buen educador sonríe con mucha frecuencia y comprende a sus
niños y niñas.
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El buen educador es consciente de que el único responsable del
aprendizaje es el que aprende.
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El buen educador sabe motivar porque sabe cómo son sus niños y
niñas.
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El buen educador acompaña el desarrollo pero no toma el control
del mismo.
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El buen educador dialoga y no reprime. Explica y no obliga.
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El buen educador ayuda a razonar y no castiga.
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El buen educador es afectuoso.
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El buen educador EDUCA.
